Respirar para sentir la vida.
- Verónica Carbonell
- 5 sept 2020
- 1 Min. de lectura
Tuve que esperar a convertirme en adulta para descubrir algo muy simple y valioso: La respiración consciente es una inmensa Medicina al alcance de todos.

Mi experiencia se resume así: Cada vez que conecto con mi respiración recuerdo que soy capaz de sostenerme a mí misma en cada circunstancia… Que mi respiración sostiene cada una de mis experiencias desde que nací, ya sean bonitas o difíciles… Me sostiene incluso mientras duermo. En todo momento me sostiene el aire que me regala la Gran Madre de la que soy parte, Cualquier lucha interna se detiene cuando tomo conciencia de la naturaleza dual de la respiración y de la vida: inhalar–exhalar, expansión-contracción, soltar-tomar. Una danza armoniosa que nutre y regula mi organismo.
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Mi llamado aquí es a volver a lo simple, conectar con los propios recursos. Así de sencillo por ejemplo:
Cierra tus ojos por un momento. Observa tu respiración. Da igual si piensas, lo importante es que tu atención descanse en los orificios de tu nariz y en el aire que por allí entra y sale en cada ciclo de respiración. Observa cuánto aire estás tomado y hasta dónde está llegando ese aire ahora (tu garganta?, tu pecho?, tu abdomen?). Tal y como estás respirando está bien. No es necesario que modifiques nada en absoluto. Ningún esfuerzo requerido. ¿No es eso maravilloso?!!
Observar la respiración hará que naturalmente esta se profundice. Y cuando se relaja la respiración también se relaja el cuerpo. Y ¨en un cuerpo relajado es más sencillo lograr que la mente se relaje¨ decía el maestro Claudio Naranjo.
¿Te animas a probar?
Psic. Verónica Carbonell




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