¿Cómo mirar dentro de mi para encontrar plenitud...

... cuando allí parecen estar alojadas todas mis heridas y desilusiones?

Por mucho que se ha dicho que la felicidad está dentro, no parece un buen plan entrar a bucear en el dolor acumulado, ¿verdad?

Y sin embrago, en algún momento de la vida algo nos sucede y nos hace trascender las ganas de huir y la autopostergación. Y nos impulsa a recorrer capa a capa nuestras máscaras, nuestra armadura, nuestras heridas. Y llorar lo que no lloramos...Y desarrollar en el camino esa tierna autopaciencia que nunca hemos recibido. Y aprender a amarnos. Y descubrir que somos mucho más que nuestra historia y mucho más que nuestras heridas…

A veces, el coraje necesario para iniciar el viaje interior, viene de la mano del amor, de una experiencia que valoramos como milagrosa en nuestras vidas que abre nuestro corazón a una dimensión más grande. Otras veces viene de la mano de una profunda amargura, del sentimiento de no ser felices y no encontrar sentido a la vida.

El Llamado puede tomar muchas formas. Insiste. Persiste. Su propósito es ser atendido. Podemos tener varios intentos, perdernos, pausarnos, mirar hacia otro lado. No hay error. Todo es parte del viaje singular y sagrado que nos lleva de regreso a nuestro Ser, a nuestro corazón.

Y en algún momento, con suerte, tomamos el coraje para iniciar un proceso alquímico que desconocemos, como desconoce la oruga que llegará a ser mariposa mientras está allí toda apretada dentro de su pupa.

El viaje de la mariposa: llegar a ser quien es capaz de ser íntegramente, auténticamente. Y luego osar volar, darse permiso para desplegar sus alas… y sin proponérselo, entregar su belleza e inspiración.

Psic. Verónica Carbonell